La civilización maya es una de las siete culturas fundacionales de la historia de la humanidad. Son los creadores de una escritura que les permitió documentar y transmitir las observaciones matemáticas de los ciclos astronómicos que observaban. Este conocimiento les facilitó desarrollar una actividad agrícola que pudo generar el complejo sistema social de la cultura maya en donde florecieron las artes en todas sus dimensiones.
Dos mil vestigios arquitectónicos diseminados en la selva muestran el sofisticado orden social que se articuló y construyó durante tres mil años en la zona antes llamada Mesoamérica.
Si bien la llegada de los españoles no provocó la destrucción de la cultura maya, la cual ya había decaído años atrás, las grandes ciudades de Chichén Itzá, Uxmal y Calakmul estaban abandonadas. Los conquistadores se encontraron con una serie de pequeñas poblaciones diseminadas a lo largo del territorio, poblaciones que fueron conquistadas y convertidas al cristianismo.
Mayas y españoles crearon el nuevo orden social que dio origen al mundo colonial. Iglesias y conventos dan cuenta de la integración de la cultura, fiestas patronales insertadas en los rituales de los mayas siguen a la fecha reforzando el proceso cultural. Durante siglos la agricultura y la ganadería fueron los motores económicos de la región hasta que a mediados del siglo XIX surge la industria del henequén, industria que da origen a una época de esplendor económico y arquitectónico. La hacienda como centro social detonador de nuevos procesos sociales y culturales.
Hoy la hacienda henequenera ha sido rescatada del abandono que había sido condenada tras la aparición de fibras sintéticas que sustituyeron a la fibra maya. Actualmente las haciendas del pasado reconfiguran sus espacios en un nuevo hacer del cual podemos con nuestros viajes formar parte.